DESDE LA SOCIEDAD 1.0 HACIA LA SOCIEDAD 3.0



(Resumen del primer capítulo del libro “Aprendizaje invisible” de John W. Moravek)



El creciente y constante desarrollo de las comunicaciones, así como la globalización, ha propiciado la distribución horizontal del conocimiento, creando de esta manera, relaciones que facilitan la innovación. Moravek plantea que la sociedad ha transitado desde la industrialización, etapa en la que el trabajo físico era la fuente de riqueza y conocimiento, hasta la sociedad del conocimiento y la información, lo que definitivamente repercute en las formas de inserción laboral de cada época.

Así, la sociedad 1.0: es la sociedad del pasado, la que transita desde la sociedad preindustrial hasta la sociedad industrial.

De la anterior, procede la sociedad 2.0: ésta manifiesta los grandes cambios sociales de la sociedad actual generados de manera importante por los cambios tecnológicos.

Y la sociedad 3.0: se refiere a una sociedad de un futuro inmediato, cuya característica primordial será marcada por el acelerado cambio tecnológico que producirá transformaciones muy grandes.

La paradójica coexistencia de la educación 1.0 en la sociedad 3.0


La sociedad 1.0 inicia desde la sociedad agraria hasta el surgimiento de la industria (siglo XVIII hasta finales del siglo XX). En su origen, esta etapa se caracterizó porque las empresas familiares eran la base de la actividad económica. El aprendizaje y el trabajo se realizaban dentro de la casa, y los menores contribuían a la economía familiar. Este sistema facilitaba el aprendizaje mutuo entre los mayores y los niños, el paradigma era “aprender haciendo”: este modelo fue aprovechado por organizaciones educativas que consideraban viable enseñar ideas y destrezas a los más jóvenes para que a su vez, éstos las trasmitirían a sus progenitores.

La etapa industrial impactó en la economía, aumentó la contratación de asalariados. Entonces el trabajo de los niños se hizo precario e incluso peligroso, así que por su bienestar los retira del trabajo.

Es en esta misma etapa que surge la industrialización de la educación, los menores aprenden solo de los adultos, quedando en desuso el aprendizaje mutuo. El objetivo de la educación entonces es “formar” a los jóvenes para ser empleados por la industria, quedando casi eliminado el “aprender haciendo”.

En la sociedad 1.0 la interpretación de los datos, generó la sociedad de la información, en ésta, las relaciones eran jerárquicas y las empresas tenían estructuras fáciles de descifrar. Este modelo fue funcional hasta finales del siglo XX, entonces el sistema educativo generaba trabajadores para una economía industrial. El éxito del trabajado se determinaba con apego a la meritocracia académica, esto es, solo los que tenían éxito en este modelo educativo,  se beneficiaban con los mejores trabajos   y por ende, mejores sueldos.

Sociedad 2.0


Por su parte, la sociedad 2.0 está relacionada con la aparición  de la sociedad del conocimiento en el siglo XX, en este caso la información debe ser interpretada y demanda por lo tanto, contar con trabajadores del conocimiento. Los humanos, entendidos como animales sociales, participan en interacciones sociales y comparten su conocimiento personal en sistemas cada vez más complejos.

En la segunda mitad del siglo XX se erige la disciplina gestión del conocimiento que aspiraba a gestionar el caos y la ambigüedad que el conocimiento individual generaba en los sistemas organizativos.

Los avances de las TIC’s,  particularmente Internet así como la globalización, facilitaron la construcción social de significados y han permitido una conciencia global de las redes sociales, así las TIC han permitido compartir ideas además de generar nuevas interpretaciones.

En la sociedad 2.0 también tiene lugar el surgimiento de la nueva cultura del “corta-pega”, que si bien no ha sido muy reconocida,  y que propone la remezcla de elementos ya existentes para originar otros significados muy exclusivos y personales como aquellos en los que se basaron, algunos ejemplos de  productos creados con la “Web 2.0” son los blogs, wikis, twitter, youtube,  que posibilitan emplear las nuevas redes sociales como plataforma de intercambio, remezcla de ideas y como herramientas de comunicación.

La disponibilidad de estas herramientas, ha permitido a quien le interese, participar en actividades sociales de importancia, así como la aparición de ciudadanos científicos  que participan en la obtención de conocimiento por medio de aportes a sociedades científicas o instituciones de investigación científica.

Todas estas transformaciones en la tecnología, por supuesto que han impactado en las organizaciones sociales en general y particularmente en el ámbito educativo, se han generado nuevos cuestionamiento entre los teóricos educativos y sociales, actualmente en debate. Igualmente se cuestiona si este impacto tiene repercusiones en la organización del cerebro humano, llegando al caso de discutir si ha existido retraso en el aprendizaje o incluso si se ha llegado a un retroceso intelectual, o por otro lado, si se ha desarrollado la superinteligencia social hiperconectada.

Estos supuestos, se basan en el hecho de que el uso de tan solo 140 caracteres para comunicarse a través de las TIC, particularmente en Twitter, se cuestiona la pérdida de la alfabetización, así como la pérdida del patrimonio cultural, y desde luego, que es necesario hacer para que la educación siga siendo relevante en esta sociedad de “corta – pega” en la que la información fluye libremente.

Sociedad 3.0


La sociedad 3.0 la sociedad del futuro, en la que suceden las relaciones creativas y complejas, ya no hay jerarquía, se prevé una relación sinérgica entre la población y una concepción del espacio globalizado y no globalizador.  

La sociedad 3.0 está impulsada por tres agentes principales:

1.      Cambio social y tecnológico acelerado.

2.      Globalización constante y redistribución horizontal del conocimiento y de las relaciones.

3.      Sociedad de la innovación impulsada por los Knowmads.

La ley de rendimientos se desarrolló para referirse al proceso evolutivo que conduce a un cambio tecnológico y social acelerado. Y de acuerdo con su postulado; cuanto mayor crecimiento  exponencial del orden, mayor aceleración del tiempo (Kurzweil, 1999, p. 30)

Aunado a este concepto, Morgan considera que a medida que la tecnología evoluciona, la sociedad también lo hace (Morgan, 1877).

Vinge (1995) denomina singularidad tecnológica al límite de predicción e imaginación que se produce en la humanidad producto de esta aceleración en los cambios. A mayor crecimiento del ritmo de los avances tecnológicos, más difícil nos resulta predecir o entender los progresos tecnológicos del futuro. Se prevé que el progreso tecnológico de un futuro próximo desencadene periodos de transformación social capaces de desafiar la imaginación de hoy. El cambio social y tecnológico acelerado tiene un impacto enorme en la educación. Por ello, los actuales responsables del futuro de nuestros jóvenes deben prepararlos para un porvenir que trasciende nuestra imaginación.

La constante globalización permite que el conocimiento se distribuya horizontalmente, creando relaciones heterárquicas que permiten la posibilidad de que el conocimiento se aplique en contextos innovadores. En lo relativo al aprendizaje, todos nos convertimos en co-aprendices y también en co-educadores, como resultado de la construcción y aplicación colectiva de nuevos conocimientos.

En la metamorfosis de sociedad 1.0 a 3.0, el orden determinista, mecanicista y lineal, característico de la primera, se sustituyó por un orden no lineal, sinérgico y con orientación a la planificación, este cambio acelerado, podría confundir al momento en que la causalidad en sí misma, puede manifestar anticausalidad, debido esto a la proximidad de los acontecimientos significativos. Esto respondería a la pregunta de por qué en la sociedad 3.0 los ciudadanos valoran el modo en que es contextualizada la realidad y como se responde a ésta desde un contexto específico.

Los Knowmads en la sociedad 3.0




El término knowmad, hace referencia a aquellos trabajadores nómadas del conocimiento y la innovación (Moravec. 2008b). Entonces, knowmad es alguien innovador, imaginativo, creativo, capaz de trabajar con prácticamente cualquier persona, en cualquier lugar y en cualquier momento. Un knowmad es valorado por su conocimiento personal, lo que proporciona una ventaja competitiva con respecto a otros trabajadores.

A diferencia de la sociedad 1.0, cuya industrialización requería trabajadores ubicados en un lugar determinado para poder desempeñar un trabajo o unas funciones concretas, los empleos que demanda la sociedad 3.0 se han vuelto mucho menos específicos en ubicación y tareas a desempeñar. Las tecnologías posibilitan pues que los trabajos se puedan efectuar en localidades específicas, a distancia o por combinación. Por otra, parte, los Knowmads pueden reconfigurar y recontextualizar su espacio trabajo en cualquier momento.

Este movimiento ha generado nuevos conceptos de espacios laborales, tales como los coworking, en los que se utilizan las tecnologías, sin que haya una oficina específica y donde confluyen trabajadores de diversas especialidades profesionales, conviviendo y compartiendo experiencias.

Estos movimientos y el desarrollo de las tecnologías, implicarían evolución en todos los aspectos sociales, incluida la educación, lo que implicaría que los estudiantes, bajo este nuevo paradigma, tendrían que aprender y realizar todas sus actividades en cualquier contexto. No obstante, este cambio, no se ha observado, y al parecer ni siquiera hay indicios de alguna propuesta de cambio en este ámbito.

De la comparación de las habilidades necesarias de un Knowmad, plasmadas en el “pasaporte de un Knowmad”, con los resultados de la educación dominante, queda por saber, ¿cuál es el objeto de educar? ¿Cuál es el producto esperado de la educación?

El legado de la educación: ¿Para qué estamos educando?


La industrialización europea generó cambios políticos, económicos y sociales que afectaron a la educación. El crecimiento económico demandaba un mayor número de operarios en las fábricas y de funcionarios de gobierno para administrar el sistema.

En 1763, Federico II de Prusia realizó la reforma más radical en la educación para resolver la necesidad de obreros para las fábricas: la escolarización obligatoria. Por lo que todos los niños de entre cinco y trece años tenían que asistir a la escuela, construida siempre en terreno propiedad del Estado. Es en las escuelas donde se ponían en práctica los principios de la producción industrial. Por ejemplo. Los alumnos se sentaban mirando a la cabecera de la clase donde el profesor, símbolo de la autoridad absoluta, los bombardeaba con información y propaganda del gobierno, a fin de “cargar” de datos sus cabezas, como si se tratase de recipientes vacíos.

En la etapa industrial el Estado se ocupaba de fabricar estudiantes leales al sistema y capacitados para trabajar en el futuro como operarios o funcionarios del gobierno. Modelo que se popularizó en el mundo occidental y sigue siendo aplicado hasta nuestros días, particularmente en las escuelas de administración gubernamental. En el siglo XXI los Estados dejan el modelo industrial evolucionando hacia una sociedad basada en la innovación y el conocimiento por lo que la sociedad no necesita un sistema educativo cuyo objeto sea generar obreros o funcionarios del gobierno. Cabe preguntarse cuál es el propósito último de la educación. ¿Educamos con el fin de fabricar obreros del siglo XVIII o, por el contrario, estamos educando a los líderes de la sociedad de la innovación y del conocimiento?

El aprendizaje invisible en la sociedad 3.0


El surgimiento de la sociedad 3.0 debe cambiar el viejo paradigma industrial así como los modelos pedagógicos bancarios de transmisión de información y conocimiento “preventivo” y debe evolucionar hacia formas de aprendizaje que hagan uso de los espacios invisibles para construir conocimiento práctico y valioso a nivel personal y social.

Por lo tanto, la educación de la sociedad 3.0 deberá marcarse como objetivo, la creación de personas exitosas, creativas y felices, rompiendo con el conocimiento “preventivo” para dar paso a formar y motivar a las  personas para la persecución de sus sueños.

En el protoparadigma 3.0 (paradigma en construcción) el caos y la ambigüedad asociados a los enormes cambios sociales y tecnológicos reclaman el resurgimiento del paradigma de “aprender haciendo”. Con el aprendizaje y la enseñanza colectiva y entre pares, somos responsables de ayudarnos mutuamente y liberando el conocimiento, para identificar cuáles son nuestros “elementos” en el camino hacia un desarrollo personal y knowmádico.

La educación para la sociedad industrial centra sus esfuerzos en medir la calidad, razón por la que los políticos y agentes responsables en esta materia se preocupen tanto en saber qué es lo que se aprende en las escuelas. La linealidad propia del paradigma industrial surge a partir del carácter mecánico de los procesos. Esta cultura del aprendizaje industrial y de la evaluación en masa ha sido  adoptada en todo el mundo y para apoyarla se ha creado el culto a la evaluación.

Lo regímenes de corte industrial, centrados en la evaluación, satisfacen las necesidades que el mundo industrial tenía en el periodo comprendido entre el siglo XIX y 1950, pero, indudablemente, resultan equivocados para el siglo XXI. Estos modelos de memorización fragmentada se oponen al pensamiento sintético y creativo que lo ciudadanos necesitan trabajar en la economía actual.

Superar el culto a la medición de resultados


El protoparadigma del aprendizaje invisible sustituye la memorización “preventiva” por un aprendizaje que busca ser significativo para quienes participen en la experiencia educativa.  En él se fomenta por encima de todo la aplicación práctica del conocimiento a nuevas formas de resolución de los problemas, más que a la repetición mecánica de datos previamente aprendidos. Es entonces más importante la forma de aprender que el conocimiento adquirido.

Asimismo, el aprendizaje invisible permite que los estudiantes actúen sobre su propio conocimiento, aplicando lo que han aprendido a través de la resolución práctica de problemas, incluidos aquellos que no han sido resueltos previamente. La aplicación intencionada y contextual del conocimiento personal orientada a la creación de soluciones innovadoras invalida una evaluación estandarizada y convencional que no genera innovación.

Poner en práctica el aprendizaje invisible: hacer visible lo invisible


Son significativas las dificultades encontradas para incorporar el aprendizaje invisible en la educación occidental, pues la educación formal está enormemente afianzada por los mismos gobiernos quienes justifican presupuestos educativos estatales y nacionales en la educación formal, aunado a los intereses económicos de la Industria desarrollada en torna a la educación (editoriales, instituciones evaluadoras de la educación).

Los sistemas educativos de gobierno están diseñados para deliberadamente para cambiar muy lentamente,

Paradójicamente, y a pesar de que la educación es un elemento clave para el desarrollo humano, ésta ha sido concebida para cambiar muy lentamente. Las instituciones y los sistemas educativos dan  cuentas a los gobiernos, responden a las políticas gubernamentales y adaptan sus programas para que se cumplan los requisitos y las fórmulas de financiación establecidas por los órganos legislativos.

El problema está en la emergente presión de una incipiente sociedad 3.0 que reclama una transformación educativa. Las escuelas tienen que formar a estudiantes capaces de diseñar futuros empleos, industrias y campos del conocimiento. Es decir, han de servir como plataformas en las que se pueda reflexionar sobre el futuro, no como lugares de rezago.

De acuerdo con Sir Ken Robinson, es necesaria una revolución más que una reforma en la educación.  Sin embargo, es difícil una revolución, así que lo que ha surgido es un género literario acuñado por Carmen Tschofen como “manifiestos para el cambio”. En estos textos abundan las menciones al cambio; sin embargo no llega a generarse ese cambio del que tanto hablan (Cobo y Moravec, 2010).

Antes que luchar contra el sistema, alumnos, padres, comunidades y otros agentes involucrados en el aprendizaje permanente, han decidido crear nuevas escuelas o redes de aprendizaje alternativas con las que aprender, descubrir, innovar y compartir conocimiento, generando espacios de acceso gratuito, liberando el conocimiento.  Entre otras, podemos mencionar:

·         Shibuya University Network (Japón). Programas gratuitos y abiertos a todos los estudiantes. Las clases se imparten en tiendas, cafeterías y espacios abiertos y cualquiera puede ejercer de profesor (CNN, 2007).

·         Banco Común de Conocimientos-BBC (España). Laboratorio donde se investiga los mecanismos sociales de creación colectiva de contenidos, aprendizaje mutuo y la participación ciudadana. (bancocomun.org).

·        TED.com (Tecnología, entretenimiento, Diseño)  plataforma que permite el intercambio es inspiración al lado de pensadores destacados. Además de contar con una comunidad en la que se comparten ideas de la gente más sobresaliente.

Redefinir la educación.


Se debe definir qué futuro deseamos crear, también se debe aclarar cuál es la visión a futuro, para lograr hacer visible el aprendizaje invisible.

Es deber preparar a los jóvenes y a los demás miembros de la sociedad para necesidades laborales que trasciendan nuestra imaginación.  Además, puede que a los jóvenes de hoy les corresponda ser parte de la era “postsingular”. En países desarrollados existe desconocimiento e incluso desinterés por tener visión de donde queremos estar el futuro por lo que no se está invirtiendo en el desarrollo del capital humano que permita satisfacer los desafíos futuros.  Por tanto, tenemos que ayudar a los jóvenes a desarrollar las destrezas y hábitos mentales necesarios para estimular su aprendizaje permanente y para permitirles aplicar sus conocimientos de manera innovadora.

Utilizar la tecnología intencionadamente.


En educación la innovación (o el aprendizaje invisible) actualmente suele relacionarse con tecnología, sin embargo innovar no implica necesariamente usar tecnología. Según Bran Ferren, “tecnología” es todo aquello que todavía no funciona bien, cuando internet se consolide, se vuelva generalizado en abundancia y pueda utilizarse con la familiaridad que se utilizan cosas que otros tiempo fueron tecnología, entonces, la web será utilizada como una herramienta tácita de innovación.

También utilizamos el término “tecnología” para hacer referencia a aquellas herramientas que no conocemos, es decir, usamos tecnología sin tener un propósito definido. En el contexto educativo se eligen las mejores tecnologías, pero el uso que se le da no las aprovecha suficientemente, porque se les emplea para permanecer realizando las mismas prácticas educativas “…Es la misma basura, pero en un sitio diferente. Las escuelas cogen nuevas tecnologías y las arruinan. Por ejemplo…ahora con los ordenadores: “¡Oh, sí, tenemos e-learning! ¿Y qué significa? Pues que dan el mismo curso terrible, pero en línea” (Schank, en Molist, 2010).

El aprendizaje invisible aborda la tecnología como una herramienta pragmática, con un uso intencionado y cuyo objeto es mejorar la experiencia humana en sí, tomando en cuenta los siguientes elementos:

·         Propósito bien definido: introducir las tecnologías solo por el hecho de incluirlas llevará a que no sean utilizadas, tengan un mal uso de los usuarios o se obtengan resultados no deseados.

·         Tiene por objeto contribuir al desarrollo de nuestro mindware (imaginación, creatividad, innovación).

·         Funciona como una herramienta social: las herramientas sociales en red como Facebook, Twitter, etc., a menudo son bloqueados en entornos educativos formales.

·         Es experimental: incorpora el “aprender haciendo” y la experimentación con consecuencias positivas o de aprendizaje para mejorar.

·         Evoluciona constantemente.

¿Quién consigue acceder al paradigma del aprendizaje invisible?


El aprendizaje invisible se enfrenta al problema de la equidad y de la igualdad. Resulta apropiado que sólo un grupo selecto de alumnos se beneficie del aprendizaje invisible, superando a quienes están atrapados en el paradigma de la educación 1.0? Si sólo el 1% de la población disfruta de los beneficios del aprendizaje invisible, ¿qué debemos hacer con el otro 99%? ¿Acaso no tienen el mismo derecho  progresar en su aprendizaje? Nosotros creemos que sí.

Habilidades Humanísticas (liberar Skills) como tecnologías personales y sociales.


Es importante hacer hincapié en que, en la configuración del protoparadigma del aprendizaje invisible, no se trata sólo de utilizar las TIC para mejorar el aprendizaje. Más bien, el interés está en analizar el propósito para el cual las TIC están siendo usadas y, más importante aún, en reflexionar en qué contextos nos sirven. ¿Con qué fin estamos educando? ¿Cuáles son las habilidades que necesitan los trabajadores del siglo XXI?

Harkins y Moravec (2006) establecen guías sobre “habilidades humanísticas”, donde plantean la importancia de desarrollar competencias para desenvolverse en una época de acelerados cambios e incertidumbres. Sus planteamientos no pretenden ser definitivos.

Los jóvenes tendrán que ser capaces de:

1.      Pensar sistemáticamente: percibir patrones culturales y sociales así como explorar alternativas a los mismos para alcanzar sus metas.

2.      Pensar simulado: preguntarse ¿qué pasaría si…? Experimentar utilizando la imaginación y proyección.

3.      Prosperar en medio de cambios, retos e incertidumbres: los jóvenes han de generar nuevas herramientas mentales que les ayudarán a afrontar el creciente caos y la ambigüedad de un mundo cambiante.

4.      Crear y manipular pasados, presentes y futuros alternativos: los jóvenes crearan y gestionaran un tiempo virtual desarrollando una concepción social y personal asociando selectivamente posibles pasados y futuros con presentes alternativos.

5.      Adquirir y responder a las metas y desafíos: los jóvenes han hacerse cada vez más responsables de sus vidas, aplicando activamente sus valores e inteligencia.

6.      Entender y utilizar eficazmente la información existente: acceder y utilizar selectivamente la información para buscar oportunidades y resolver problemas.

7.      Construir y utilizar conocimiento aplicable a nivel individual: transformar la información en conocimiento personal, para generar nuevos entendimientos que permitan ampliar las alternativas durante la “toma de decisión”.

8.      Construir y utilizar nuevos conocimientos relacionados con los contextos, procesos y culturas: los jóvenes se convertirán cada vez más en diseñadores y arquitectos capaces de crear conocimientos y culturas alternativas que les permitan mejorar sus vidas.

9.      Utilizar eficazmente las actuales y emergentes tecnologías de información y comunicación: mantenerse a la vanguardia de aquellas tecnologías que posibiliten un aprendizaje actual, haciendo uso efectivo de las tecnologías de punta.

10.  Adquirir y evaluar el conocimiento de diversas tecnologías globales: los jóvenes participarán en el diseño de nuevas y atractivas visiones, tanto de sus comunidades como de la sociedad en general.

11.  Escribir y hablar de manera independiente: a través de la expresión libre y creativa, los jóvenes pueden convertirse en representantes ejemplares de la democracia y la libertad.

12.  Asumir el compromiso personal de hacer las cosas bien: los jóvenes no sólo disfrutarán aprendiendo de sus errores, sino que además buscarán convertir estos errores en logros.  

La lista precedente queda incompleta si no consideramos a Dona Schaap (2009) quien añade una “habilidad humanística” más: “utilizar la cabeza, el corazón y las manos”. Recordar lo que nos hace humanos y como nuestra condición humana nos lleva a seguir realizando nuevas exploraciones.



Referencias bibliográficas.


Cobo Romaní, Cristóbal; Moravec, John W. (2011). Aprendizaje invisible. Hacia una nueva ecología de la educación. Collecció Transmedia XXI. Laboratori de Mitjans Interactius/Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona. Barcelona.

Comentarios